Entradas ‘rinc贸n del estudiante’

El signo de Gowers

17/ 02/ 10

Todo debe quedar registrado

El siglo XIX ya est谩 bien avanzado. Estamos en el a帽o 1870. El d铆a 9 de junio, en el condado de Kent, tras sufrir un nuevo ictus, muere Charles Dickens. Pasar谩n muchos a帽os antes de que la medicina piense en el ictus como una enfermedad tratable. Si en aquel momento Dickens hubiera sido trasladado a uno de los hospitales de Londres, tal vez habr铆a sido atendido por el Doctor Gowers.

Gowers es un m茅dico reci茅n licenciado que acaba de iniciar su carrera en el National Hospital y que llama la atenci贸n de sus compa帽eros por una minuciosidad extrema en la recogida de la informaci贸n cl铆nica. Con los a帽os desarrollar谩 un m茅todo taquigr谩fico que le permitir谩 recoger la historia cl铆nica con gran rapidez y detalle, de manera que nada de lo que el paciente cuente se pierda. La acumulaci贸n de datos, la experiencia aprendida con miles de pacientes le permitir谩 entresacar lo que tienen de com煤n, inferir hip贸tesis, enfrentarlas con la realidad y convertirse en uno de los cl铆nicos y docentes m谩s notables de su tiempo. Sus bi贸grafos han definido a Gowers como un naturalista, que se acercaba a los pacientes con el prop贸sito de observar minuciosamente los fen贸menos patol贸gicos, identificarlos y clasificarlos.

El hombre y su obra

William Richard Gowers fue una de las figuras m谩s trascedentales de la neurolog铆a de finales del siglo XIX y principios del XX. Junto con su colega Hughlings Jackson fue responsable del establecimiento del National Hospital for the Paralysed and Epileptic en Queen Square, Londres. Quienes han estudiado en profundidad su obra afirman que no ha perdido vigencia un siglo despu茅s y que sus descripciones cl铆nicas no han sido superadas. Su libro A Manual of Diseases of the Nervous System se considera el mejor libro de texto de neurolog铆a escrito jam谩s por un 煤nico autor. Con justicia se le ha denominado la Biblia de la Neurolog铆a.

Gowers naci贸 en 1845 en una peque帽a ciudad al norte de Londres y estudi贸 medicina en el University College Hospital. En 1870 comenz贸 a ejercer en el National Hospital de Queen Square y poco despu茅s inici贸 su carrera como docente. Se retir贸 en 1910.

Pronto se forj贸 una reputaci贸n como cl铆nico astuto y observador consumado y en 1881 public贸 una gran monograf铆a sobre epilepsia en la que revisaba los datos cl铆nicos de 1500 pacientes que hab铆a valorado personalmente. Previamente, en 1879, hab铆a escrito una hist贸rica monograf铆a sobre la par谩lisis muscular pseudohipertr贸fica. Pese a no constituir la primera descripci贸n de la misma, realiz贸 una profunda revisi贸n, aportando veinte casos que 茅l mismo hab铆a estudiado, y aport贸 ilustraciones del m茅todo utilizado por los ni帽os para levantarse del suelo, en lo que a煤n hoy se conoce como el signo de Gowers.

Gowers public贸 un Atlas de Oftalmoscopia, convirtiendo al oftalmoscopio en parte fundamental del instrumental del neur贸logo. Tambi茅n public贸 un libro sobre enfermedades de la m茅dula espinal que incluye el primer diagrama que ilustra la correspondencia entre los segmentos medulares y los cuerpos vertebrales. La aplicaci贸n pr谩ctica de las habilidades cl铆nicas descritas por Gowers permiti贸 la primera resecci贸n exitosa de un tumor medular por Victor Horsley en 1888.

Pese a que Gowers desaconsejaba el uso de ep贸nimos, la historia ha querido que su nombre se encuentre asociado a varias entidades neurol贸gicas: el fen贸meno de Gowers, la miopat铆a distal de Gowers, la soluci贸n de Gowers en el tratamiento de la migra帽a, el tracto espinocerebeloso anterior de Gowers son los ep贸nimos m谩s conocidos. Se han descrito tres signos de Gowers: dolor a lo largo del nervio ci谩tico comprimido en la dorsiflexi贸n pasiva del pie; contracci贸n irregular de la pupila en la l煤es temprano (cf Argyll Robertson); y la maniobra de enderezamiento en la distrofia de Duchenne.

El signo de Gowers

Este 煤ltimo es el que suele venirnos a la mente cuando hablamos de signo de Gowers. En 1879 nuestro hombre describi贸 la forma de incorporarse desde el suelo de 21 chicos con par谩lisis muscular pseudohipertr贸fica en una lecci贸n impartida a estudiantes de la Facultad. Incialmente Gowers pens贸 que el signo ser铆a patognom贸nico de esa enfermedad, ya que estaba presente en todos los casos que hab铆a estudiado. Posteriormente se observ贸 que tambi茅n estaba presente en otros ni帽os con debilidad muscular proximal.
La elocuente descripci贸n del Doctor Gowers insist铆a sobre dos hechos claves:
1. Los ni帽os adoptan una posici贸n prona antes de intentar levantarse
2. Los ni帽os trepan por sus piernas
Si bien el segundo punto ha sido siempre m谩s enfatizado y considerado clave para el diagn贸stico, tiene una presentaci贸n m谩s tard铆a, y suele ser la adopci贸n de la posici贸n prona previa a la maniobra de levantarse la que define m谩s precozmente estas patolog铆as.

En la cabecera de este post pod茅is ver los dibujos originales de Gowers documentando estos hechos, pero tal vez el v铆deo a continuaci贸n sea m谩s ilustrativo:

La descripci贸n original realizada por Gowers se considera un modelo magistral de descripci贸n cl铆nica, por lo que la reproducimos a continuaci贸n en su idioma original:

鈥淭he difficulty in going upstairs is especially due to the weakness of the extensors of the knee and hip. The defect of the extensors of the hip causes the gait to have a peculiar oscillating characters.
The greatest defect, however, is in the power of rising from the floor, and the most characteristic peculiarity is the mode in which this is achieved, if it be still possible, and no objects near, by which the patient can aid himself. He commonly has not sufficient power to extend the knees when the weight of the trunk is on the upper extremity of the femur, which is then a lever in which power, applied between the fulcrum and the weight, acts at least advantage. He therefore places his hands on his knees, his arms thus bring much of the weight of the upper part of the trunk on the femur close to the fulcrum, between this and the power, which can then act at greater advantage. When the knees are extended, the power of the extensors of the hip may be sufficient to raise the body into the upright position, or the patient may aid them by an upward push with the hand as he takes it off. If, however, these extensors are weak, the hands are often moved higher and higher up the thighs, grasping alternately, and thus pushing up the trunk. To get thus the requisite support, the knees must not he quite extended, and if their extensors have no power, the device cannot be employed, and the patient is altogether unable to rise. In many cases, especially when extension of the hip is easy, the patient achieves the extension of the knees in another way; he puts the hands on the ground, stretches out the legs behind him far apart, and then, the chief weight of the trunk resting on the hands, by keeping the toes on the ground and pushing the body backwards, he manages to get the knees extended, until the trunk is supported by the hands and feet, all placed as widely apart as possible. Next the hands are moved alternately along the ground backwards, so as to bring a larger portion of the weight of the trunk over the legs. Then one hand is placed upon the knee, and a push with this, and with the other hand on the ground, is sufficient to enable the extensors of the hip to bring the trunk into the upright position”.

Y por si est谩is interesados, a continuaci贸n encontrar茅is la edici贸n completa de las lecciones de Gowers en la Facultad de Medicina, en un facs铆mil de la edici贸n de 1885.

El signo de Babinski

03/ 02/ 10

Joseph Babinski y los dedos gordos majestuosos

EL SIGNO

El signo de Babinski es un reflejo polisin谩ptico que consiste en un movimiento de extensi贸n (dorsiflexi贸n) del dedo gordo del pie en respuesta a un est铆mulo en la planta del mismo, debido a la contracci贸n del m煤sculo extensor largo del dedo gordo, con o sin separaci贸n de los otros dedos (signo del abanico); la separaci贸n de los dedos no es ni necesaria ni suficiente para considerar presente el Signo de Babinski.
El uso de la expresi贸n “signo de Babinski negativo” para indicar el hallazgo normal de una flexi贸n plantar del dedo gordo es incorrecta; respuesta plantar flexora es la denominaci贸n adecuada. La respuesta plantar se provoca generalmente rascando la planta del pie, aunque se han descrito muchas otras variantes (por ejemplo, signo de Chaddock, signo de Oppenheim, etc.).

El signo de Babinski es normal en los beb茅s con tractos corticospinales inmaduros (sin mielina). Su persistencia m谩s all谩 de los tres a帽os de edad, o su reaparici贸n en la vida adulta siempre es patol贸gica. En este contexto, el signo de Babinski se considera un signo de disfunci贸n del tracto corticospinal muy fiable (patolog铆a de la motoneurona superior), y puede coexistir con otros signos de disfunci贸n de la motoneurona superior (por ejemplo, debilidad con distribuci贸n piramidal, espasticidad, hiperreflexia). Sin embargo, si existe debilidad del extensor largo del dedo gordo, ya sea por la disfunci贸n de la motoneurona superior, o por cualquier otra causa, el signo de Babinski puede estar inesperadamente ausente. En presencia de signos extrapiramidales, es importante distinguir el signo de Babinski del dedo gordo estriatal (extensi贸n plantar espont谩nea).

LA FOTO


La foto de cabecera de este post es un detalle del cuadro de Sandro Boticelli 鈥淰irgen con el ni帽o y dos 谩ngeles鈥. En el detalle se observa como la virgen Mar铆a rasca la planta del pie de su hijo, a煤n un beb茅, evocando una respuesta extensora del dedo gordo.

LA HISTORIA

Curiosamente, parece que no fue Joseph Babinski, sino Remak, un m茅dico alem谩n, el primero en describir la respuesta plantar extensora en un paciente con una mielitis transversa en el a帽o 1893.

Joseph Felix Francois Babinski naci贸 en Par铆s en 1857, hijo de padres polacos. En 1885 fue nombrado jefe cl铆nico en La Salpetriere, a las 贸rdenes de Jean Martin Charcot, que se hab铆a convertido tres a帽os antes en el primer profesor de neurolog铆a de Francia. En 1890 Babinski opt贸 a una plaza de profesor asociado, que no logr贸, seg煤n se dice por los celos profesionales de Bouchard, que presid铆a el tribunal. Aunque sus nombres han quedado ligados para la historia (los aneurismas de Charcot-.Bouchard preceden a la hemorragia cerebral en los pacientes hipertensos), la relaci贸n entre Charcot y Bouchard se hab铆a deteriorado en aquella 茅poca, perjudicando las opciones de conseguir una plaza de profesor de Babinski. En lugar de volver a intentarlo, Babinski se convirti贸 en jefe de servicio del Hospital de la Pitie y permaneci贸 en ese puesto hasta su jubilaci贸n en 1922. All铆 adquiri贸 una notable fama que atrajo a neur贸logos de otros paises como Wilson, Chaddock o Wartenberg (al cual con frecuencia se le oir铆a evocar a su maestro con la frase: 鈥溌or el gran Babinski, no!鈥). Desde su puesto favoreci贸 el desarrollo de la neurocirug铆a. Vivi贸 toda su vida con su hermano Henri, ingeniero de minas e inspirado chef, cuyo libro 鈥淧r谩ctica Gastron贸mica鈥 alcanzar铆a nueve ediciones. Muri贸 en 1932, un a帽o despu茅s que Henri.


En 1896 present贸 ante la Sociedad Biol贸gica de Par铆s un breve art铆culo (breve de verdad: en 28 l铆neas resolvi贸 el tr谩mite, sin referencias bibliogr谩ficas) titulado 鈥淪obre el reflejo cut谩neo plantar en ciertas enfermedades org谩nicas del sistema nervioso鈥. El doctor B hab铆a observado que, en pacientes hemipl茅jicos, al rascar la planta del pie del lado sano se produc铆a la retirada de la extremidad con flexi贸n simult谩nea de los dedos. Por el contrario, en el lado pl茅jico se produc铆a la extensi贸n de los dedos de los pies, incluso en pacientes que eran incapaces de realizar el movimiento voluntariamente. El art铆culo es tan expeditivo que no queda claro c贸mo realizaba Babinski la estimulaci贸n plantar ni cu谩ntos pacientes estudi贸.

En 1898 public贸 su descripci贸n definitiva, detallando que el signo se obten铆a m谩s f谩cilmente rascando la parte externa de la planta, y que la reacci贸n extensora era m谩s ostensible en los dedos primero y segundo. Atribu铆a el signo a disfunci贸n de la v铆a piramidal y constataba su frecuente asociaci贸n con una exacerbaci贸n de los reflejos osteotendinosos. Asimismo llamaba la atenci贸n sobre la presencia del signo en los reci茅n nacidos. El reflejo cut谩neo-plantar se hace flexor entre los nueve meses y el a帽o de edad.

En los 煤ltimos a帽os algunos autores han realizado investigaciones, aplicando la moderna metodolog铆a estad铆stica, sobre la fiabilidad y validez de este signo. En el a帽o 2002 Miller y Johnston, en Neurology, publicaron un trabajo en el que diez neur贸logos exploraban a diez pacientes, concluyendo que la fiabilidad del signos de Babinski para la identificaci贸n de las lesiones de primera motoneurona es muy limitada (kappa 0.30). En sus conclusiones afirman 鈥淚f time is limited, primary care physicians and neurologists should focus on other aspects of the neurologic examination鈥︹

Muchos autores abogan por dejar de utilizar los ep贸nimos, ya que nada dicen sobre los signos a los que dan nombre. Otros reclaman su importancia, porque nos recuerdan a esos hombres que inventaron la neurolog铆a. Personalmente, me cuesta recordar tantos nombres propios, pero en este caso concreto creo que si alguien propone eliminar el ep贸nimo me alinear茅 con Wartenberg y juntos exclamaremos 鈥溌or el gran Babinski, no!鈥

Actualmente uno de los Pabellones del Hospital Pitie-Salpetriere de Par铆s lleva tambi茅n el nombre de Babinski.

El test de Romberg

20/ 01/ 10

DOSTOYEVSKY GOES TO BERLIN


Fyodor Dostoyevsky es considerado por muchos como uno de los m谩s grandes novelistas de la historia pero, desde una perspectiva neurol贸gica, constituye un caso cl铆nico de enorme valor. Habiendo padecido epilepsia toda su vida, dej贸 en sus novelas y cartas v铆vidas descripciones de sus crisis que han sido analizadas por muchos neur贸logos desde entonces. Buscando una cura para su mal, en el a帽o 1863 Dostoyevsky recal贸 en Berl铆n, donde en aquel tiempo ejerc铆a su labor como neur贸logo Moritz Romberg. Probablemente los tratamientos de Romberg no consiguieron controlar la epilepsia de Dostoyevsky, el cual document贸 entre 1860 y la fecha de su muerte, 20 a帽os m谩s tarde, 102 crisis. Pero no es por encontrar cura para la epilepsia por lo que Romberg pas贸 a la historia, sino por la descripci贸n del test que lleva su nombre.

EL TEST

El test de Romberg detecta alteraciones de la sensibilidad proprioceptiva demostrando la p茅rdida del control postural en la oscuridad. El examinador explora la estabilidad del sujeto mientras este est谩 de pie, con los pies juntos, inicialmente con los ojos abiertos y posteriormente con los ojos cerrados. El signo de Romberg est谩 presente cuando el paciente es capaz de mantener la posici贸n con los ojos abiertos, pero oscila o se cae al cerrarlos.

El equilibrio perfecto exige una cont铆nua monitorizaci贸n del balanceo del cuerpo, que es proporcionada por los sistemas somatosensorial, vestibular y visual. Los diferentes sistemas pueden compensarse entre s铆, de modo que la ausencia de una de las tres aferencias no conlleva la p茅rdida del equilibrio: este puede mantenerse en ausencia de visi贸n (individuos ciegos), con la propriocepci贸n alterada (cuando estamos sobre una superficie m贸vil) o con la sensibilidad vestibular alterada. Sin embargo, la p茅rdida o distorsi贸n de las aferencias procedentes de dos o m谩s sistemas se asocia con desequilibrio y ca铆da. Esta es la base del signo de Romberg: si el paciente tiene perdida la sensibilidad proprioceptiva, mantiene el equilibrio mientras persistan las otras dos aferencias, pero al privarle tambi茅n de la aferencia visual el equilibrio se pierde.

En el v铆deo que sigue, tomado de Youtube, el Dr. Guillermo Enriquez Coronel nos muestra la exploraci贸n de uno de sus pacientes con l煤es (que Santa Confidencialidad nos coja confesados)

MORITZ HEINRICH ROMBERG (1795-1873)

Romberg fue un m茅dico jud铆o alem谩n que, tras graduarse en la Universidad de Berl铆n en 1817, decidi贸 dedicarse al estudio de las enfermedades neurol贸gicas. Muy influido por el vien茅s Johann Peter Frank, fundador de la moderna higiene p煤blica, combati贸 la epidemia de c贸lera que azot贸 Berl铆n entre 1831 y 1837, como director de los hospitales de c贸lera de la ciudad. Parece que Romberg sugiri贸 que la enfermedad se transmit铆a por los excrementos, extremo que ser铆a confirmado mucho despu茅s por otro berlin茅s, Robert Koch.


Romberg fue durante muchos a帽os profesor de la Universidad de Berl铆n, y destac贸 por su intensa actividad publicadora. Escribi贸 multitud de ensayos para revistas m茅dicas de la 茅poca, tradujo al alem谩n los destacados tratados de Neurolog铆a de Andrew Marshall y Charles Bell y escribi贸 un libro de texto en tres vol煤menes titulado Lehfbuch der Nervenkrankheiten des Menschen entre 1840 y 1846, que se convirti贸 en un cl谩sico y es considerado por muchos como el primer libro de texto sistem谩tico de la historia de la Neurolog铆a. En 茅l describi贸 el Test de Romberg para el diagn贸stico de la tabes dorsal. Durante el resto del siglo XIX diferentes autores publicaron observaciones adicionales sobre el test, proporcionando una comprensi贸n completa del fen贸meno.

La reputaci贸n de Romberg cruz贸 fronteras y sus aportaciones fueron numerosas: describi贸 el reflejo cremast茅rico, su tesis de 1817 constituye una descripci贸n cl谩sica de la acondroplasia y la hemiatrofia facial progresiva (considerada por algunos como una forma localizada de esclerodermia) se conoce actualmente como S铆ndrome de Parry-Romberg.


En la foto pod茅is leer la nota necrol贸gica aparecida en el British Medical Journal el d铆a 28 de junio de 1873. En ella se resalta el papel jugado por Romberg como m茅dico social en la lucha contra el c贸lera en Berl铆n y su trabajo como autor de memorables textos neurol贸gicos, pero ni siquiera se menciona su famoso test, que no pasaba entonces de ser una menci贸n anecd贸tica en uno de sus libros.