#SpanishRevolution
Jornada de reflexión
Hace un par de dÃas me gradué las gafas. Después de 10 años el cambio fue brutal. El mundo dejó de ser un lugar medio borroso y comencé de nuevo a apreciar los detalles, la sutileza de las cosas. Pero, sobre todo, por la noche, miré al cielo y vi algo que se me escapaba desde hacÃa mucho tiempo: las estrellas, miles de estrellas. Últimamente sólo apreciaba las más brillantes, dos o tres en el cielo habitualmente lechoso de Asturias. Y mirando el cielo, sintiéndome el protagonista de 2001 (“Dios mÃo, hay miles de estrellas”), comprendà algo que habÃa oÃdo unos dÃas atrás.
Un joven de unos 20 años, desde la Puerta del Sol, interrogado por un periodista acerca de su objetivo permaneciendo allÃ, dijo algo que al principio me pareció un poco absurdo. Dijo que estando allÃ, intercambiando ideas y emociones, la gente se conocÃa, se encontraba. Los contertulios de ese gran progama de humor infantil que se llama El gato al agua, continuaron con sus comentarios habitualmente despectivos y yo me fui a la cama pensativo. Ahora lo entiendo. Vivimos entre personas, trabajamos con ellas, las encontramos en el autobús, nos venden el pan, pasan por nuestra consulta, pero no las conocemos. Hablamos del partido del siglo o del tiempo para el fin de semana. Sabemos que están ahÃ, como las estrellas, pero no los vemos. Esta semana todos nos hemos graduado la vista. Hemos mirado alrededor con ojos nuevos y hemos comprendido que somos muchos, que somos millones, y que por ello nuestra fuerza es enorme. Desde todas las plazas el pueblo grita, nosotros gritamos nuestra indignación y los poderosos y sus acólitos miran perplejos y confusos.
Nuestros jóvenes son realmente la generación más preparada de la Historia. Pero no sólo porque hayan estudiado tres licenciaturas o sepan cuatro idiomas. Internet ha roto todas las barreras y todas las censuras, ha hecho el pensamiento mucho más libre, la información inifinitamente accesible. Sabemos quiénes somos y dónde estamos. No sabÃamos cuánto poder tenÃamos pero ahora lo sabemos. Las leyes apisonadora de la Unión Europea o del Gobierno Español llegan tarde. Los poderosos no han entendido Internet. La tropa de frontalizados que cada noche defiende los intereses del dinero en casposos canales de televisión se cubre de gloria luciendo su analfabetismo funcional y su ignorancia aliñada con historias para no dormir que les debe escribir algún guionista de serie B.
Ayer nos pasamos por #acampadaoviedo, por una plaza de la Escandalera repleta de gente de toda edad y condición. Gente indignada pero sonriente, orgullosos de ser una pequeña porción de algo grande. Hoy todas las plazas de España, y de otros muchos lugares, giran, como la Tierra, alrededor del Sol. En la Puerta del Sol el pueblo da un ejemplo de grandeza, de seriedad, de organización y de imaginación. Y muchos, desde la distancia, vibramos con ellos.
Hoy, reflexionando, me he dado cuenta de cuánto me gustarÃa estar allÃ, en la enfermerÃa de la Puerta de Sol, codo con codo con el Dr Casado y Clara Benedicto. Cuánto me gustarÃa haber hablado como lo hizo Cristina, de Burgos, en los micrófonos de Radio Nacional. Qué grande serÃa que estos sueños se prolongaran y evolucionaran, más allá de lo que ocurra mañana, y la democracia triunfara. Reflexionando me he dado cuenta de que esta semana, en muchos rincones de este paÃs, ha triunfado el espÃritu humano.
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