Charity: Water

24/ 04/ 11

Scott Harrison era un príncipe de Nueva York. Su piso de Manhattan tenía vistas a Central Park. Su trabajo como relaciones públicas de varios clubes nocturnos era el sueño de cualquier veinteañero. Bacardi le pagaba 2000 dólares al mes sólo por beber Bacardi en público. Cocaína, modelos, alcohol, lujo. Príncipe de la Gran Manzana.

Un día se cansó de tan banal existencia y decidió servir como voluntario en una ONG dedicada a la salud en el tercer mundo. A bordo de un barco-hospital navegó la costa oeste de África trabajando como periodista-fotógrafo. En Liberia se encontró con un país destrozado por una guerra civil, sin electricidad, agua potable o alcantarillado. Cientos de personas esperaban en cada puerto por los médicos voluntarios. Allí probó su primer trago de agua sucia. ¿Cómo podían vivir así en aquella zona? Mercy ships, la ONG con la que trabajaba, invertía cada año en la creación de pozos limpios en varias aldeas. Por sólo unos cientos de dólares se podía cambiar la vida de toda una aldea.

Un año después Scott volvió a Nueva York. No había pasado un día en la ciudad que nunca duerme cuando un amigo le invitó a un “margarita” por unos módicos 16 dólares. Quedó en estado de shock. Su cabeza se sobrepuso al choque cultural de una forma excepcional. Fundó charity: water. Comenzó por organizar una fiesta en su cumpleaños, pidiendo a los invitados que en vez de regalos donaran 20 dólares para financiar pozos de agua en el Tercer Mundo. Con la recaudación de 700 invitados comenzaron los proyectos, y financiaron los primeros pozos en Uganda. Con un marketing digno de CocaCola o Nike se dieron a conocer en internet, en los medios de comunicación tradicionales, y hasta Obama les puso como ejemplo de ONG. En el siguiente cumpleaños pidió a más gente que hiciera como él, que donara sus regalos de cumpleaños para llevar agua a los más pobres. Recaudó 150000 dólares. Dos años después la recaudación de su cumpleaños llegó a un millón de dólares para Etiopía.

En tres años charity: water ha conseguido a través de 4000 proyectos que un millón setecientas mil personas dispongan de agua limpia en sus aldeas. Sólo quedan 999 millones de personas, así que daos prisa para colaborar, no vaya a ser que luego no haga falta. La página web es excelente, cargada de información, fotos, vídeos, y con una tienda cargada de regalos solidarios.

La animación del vídeo corre a cargo de Johnathan Jarvis, a quien puede que conozcáis del fantástico video “The Crisis of Credit Visualized”. La voz que narra la historia es la de Kristen Bell, la actriz que interpretaba a Veronica Mars. Os dejamos el texto traducido, esperamos que lo disfrutéis.

agua charity: water

Agua,
es la necesidad más básica de la vida.
Pero en este momento hay una crisis del agua en nuestro mundo,
en serio, una crisis.
Más de mil millones de personas viven sin agua limpia para beber.
Esto sucede en todo el mundo, pero especialmente en las zonas subdesarrolladas, como el África subsahariana, el Sudeste asiático o Latinoamérica.
Es una crisis del agua porque comienza en el agua, pero el agua afecta a todo: educación, salud, pobreza, y especialmente a mujeres y niños.
Veamos el ejemplo de una familia afectada por la crisis del agua. Es probable que vivan con menos de un dólar al día. Cuando están sedientos no pueden simplemente abrir el grifo para conseguir un buen vaso de agua fría. No tienen grifos. En vez de eso las mujeres y los niños tienen que ir a recoger agua. Muchos caminan hasta 3 horas al día para llegar al pantano, estanque o río más cercano para recoger un agua que ha estado al aire libre, expuesta a todo tipo de gérmenes.
El tiempo empleado en recoger el agua es un tiempo que no pueden dedicarle a aprender a leer, escribir, ganar un sueldo o cuidar a su familia. Algunas mujeres del África subshariana le dedican más tiempo a la recolección de agua que a cualquier otra actividad a lo largo del día. Y el camino no sólo es difícil, es peligroso. Las mujeres están solas, y cargadas con 20 kilos de agua. Muchas se hacen daño, a veces incluso son atacadas.
cuando llegan a casa el poco agua que han conseguido no está limpia. Algunas familias saben que su agua está contaminada por gérmenes que causan diarrea, deshidratación, e incluso la muerte, pero ¿qué remedio les queda?.
Los niños, especialmente los bebés, son los más afectados por estos gérmenes. Cada 19 segundos una madre pierde uno de sus hijos por problemas relacionados con el agua.
Hoy en día mil millones de personas viven de esta manera…hasta que consiguen una pequeña ayuda.
La crisis del agua se puede resolver. Hay soluciones. Algunas son nuevas, e innovadoras, como los sistemas de filtrado de agua. Otras son antiguas, como pozos excavados manualmente o con perforadoras. Estas soluciones llevan agua limpia mucho más cerca de las personas que la necesitan. Un proyecto de agua segura cerca de una aldea recupera horas cada día en la vida de una persona. Este tiempo ganada es una oportunidad, libertad para ir a la escuela y conseguir una educación, para trabajar o abrir un negocio, para formar una familia. Solo África podría ahorrar 40 mil millones de horas al año. Eso es el número total de horas de trabajo que se hacen en Francia cada año.
Agua limpia significa menos enfermedades, lo que lleva a menos dinero en medicamentos, lo que implica más dinero para libros y uniformes de escuela. Y si el proyecto de agua se construye cerca de una escuela puede aumentar la asisitencia, especialmente de chicas jóvenes.
La crisis del agua es enorme, pero podemos solucionarla. Sólo 20 dólares puede conseguir que una persona tenga acceso a agua limpia en su aldea. Y esto va a significar más que agua limpia.
Porque el agua lo cambia todo.
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