Aquel mediodÃa, la guagua 68 pegó un frenazo en una bocacalle. Hubo gritos de protesta, por el tremendo sacudón, hasta que los pasajeros vieron el motivo del frenazo: una mujer muy rumbosa, que habÃa cruzado la calle.
—Me disculpan, caballeros —dijo el conductor de la guagua 68, y se bajó. Entonces todos los pasajeros aplaudieron y le desearon buena suerte.
El conductor caminó balanceándose, sin apuro, y los pasajeros lo vieron acercarse a la muy salsosa, que estaba en la esquina, recostada a la pared, lamiendo un helado. Desde la guagua 68, los pasajeros seguÃan el ir y venir de aquella lengüita que besaba el helado mientras el conductor hablaba y hablaba sin respuesta, hasta que de pronto ella se rió, y le regaló una mirada. El conductor alzó el pulgar y todos los pasajeros le dedicaron una cerrada ovación.
Pero cuando el conductor entró en la heladerÃa, produjo cierta inquietud general. Y cuando al rato salió con un helado en cada mano, cundió el pánico en las masas.
Le tocaron la bocina. Alguien se afirmó en la bocina con alma y vida, y sonó la bocina como alarma de robos o sirena de incendios; pero el conductor, sordo, como si nada, seguÃa pegado a la muy sabrosa.
La página Neuro-ophthalmology Nuggets tiene una variadÃsima oferta de herramientas educativas que incluye simulaciones de los trastornos visuales, programas educativos, tutoriales sobre exploración, entre otros.
Ophtobook es un libro de texto sobre OftalmologÃa online. Cada capÃtulo va acompañado de un vÃdeo explicativo, todos de gran calidad. Os dejamos a continuación las dos partes dedicadas al tema Neuro-oftalmologÃa. Muy recomendables.
Merece la pena pasar el vÃdeo varias veces. A medida que pasan los rostros uno se da cuenta de cuánto se parecen, de la escasa distancia que media entre una cara y otra, entre una persona y otra, en lo absurdas que son las grietas que nos separan. Y en que la distancia, al fin, la impone sólamente nuestra mirada distorsionadora, como se ve al final.
En estos tiempos de crisis que no cesa podemos darnos con un canto en los dientes si tenemos un trabajo aunque, como en el caso de este pobre hombre, sea penoso y poco gratificante. El video es el reclamo publicitario de una empresa de trabajo temporal británica.
En uno de sus textos breves Eduardo Galeano, gran escritor uruguayo, decÃa lo siguiente:
La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegrÃa de jugar porque sÃ.
En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarÃn que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez.
El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegrÃa, atrofia la fantasÃa y prohibe la osadÃa.
Por suerte todavÃa aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad.
Editores:
Contacto:
RSS:
Neurobsesion en: