Hay leyes injustas: ¿Nos contentaremos con obedecerlas o intentaremos corregirlas? ¿O las transgrediremos desde ahora mismo? Bajo un gobierno como este nuestro, muchos creen que deben esperar hasta convencer a la mayoría de la necesidad de alterarlo. Creen que si opusieran resistencia el remedio sería peor que la enfermedad. Pero eso es culpa del propio gobierno.¿Por qué no aprecia el valor de esa minoría prudente? ¿Por qué grita y se resiste antes de ser herido? ¿Por qué no anima a sus ciudadanos a estar alerta y a señalar los errores para mejorar en su acción?¿Por qué tenemos siempre que crucificar a Cristo y excomulgar a Copérnico y a Lutero y declarar rebeldes a Washington y a Franklin?
Se pensaría que una negación deliberada y práctica de su autoridad es la única ofensa que el gobierno no contempla; si no, ¿por qué no ha señalado el castigo definitivo, adecuado y proporcionado? Si un hombre sin recursos se niega una sola vez a pagar nueve monedas al Estado, se le encarcela (sin que ninguna ley de que yo tenga noticia lo limite) por un período indeterminado que se fija según el arbitrio de quienes lo metieron allí; pero si hubiera robado noventa veces nueve monedas al Estado, en seguida se le dejaría en libertad.
Si la injusticia forma parte de la necesaria fricción de la maquina del gobierno, dejadla así, dejadla. Quizás desaparezca con el tiempo; lo que sí es cierto es que la máquina acabará por romperse. Si la injusticia tiene un muelle o una polea o una cuerda o una manivela exclusivamente para ella, entonces tal vez debáis considerar si el remedio no será peor que la enfermedad; pero si es de tal naturaleza que os obliga a ser agentes de la injusticia, entonces os digo, quebrantad la ley. Que vuestra vida sea un freno que detenga la máquina. Lo que tengo que hacer es asegurarme de que no me presto a hacer el daño que yo mismo condeno.
El empleo es un cortometraje de Satiago “Bou” Grasso, ilustrador, historietista y animador argentino nacido en Buenos Aires. Con el cortometraje El empleo se convirtió en uno de los directores de animación más premiados internacionalemente.
Ignacio Ramonet escribió en Le Monde Diplomatique:
“La transformación principal se ha producido en el ámbito de la organización del trabajo. El estatuto profesional de los asalariados se ha degradado. En un contexto caracterizado por el desempleo masivo, la precariedad deja de ser un ‘mal momento transitorio’ mientras se encuentra un empleo fijo, y se convierte en un estado permanente. Lo que el sociólogo francés Robert Castel llama el ‘precariado’, una nueva condición infrasalarial que se ha extendido por toda Europa. En Portugal, por ejemplo, un asalariado de cada cinco tiene ya un contrato llamado ‘recibo verde’. Aunque trabaje desde hace años en la misma oficina o la misma fábrica, con horarios fijos, su patrón es un simple cliente al que factura un servicio y quien puede, de la noche a la mañana, sin ninguna indemnización, romper el contrato”.
El gobierno de España ha lanzado una nueva reforma laboral que nos acerca cada vez más, a pasos agigantados, al mundo distópico de El empleo. ¿Seremos capaces de reaccionar mientras intentan convertirnos en felpudos o asumiremos resignados nuestro triste destino como el único camino posible?
En El empleo la lucha ya está perdida, la degradación se ha consumado, la cosificación del hombre es un hecho. Pero no todo puede ser oscuro. No os perdáis el gesto esperanzado del hombre-lámpara tras los títulos de crédito.
Dicen que el 28 de junio de 1928 un joven Louis Armstrong (tenía entonces 26 años) entró con sus Hot Five en un estudio de grabación de Chicago y, que cuando salieron, habían cambiado el curso de la historia de la música. La grabación en cuestión era “West End Blues”, que podéis escuchar aquí debajo. La canción la había escrito unos meses antes Joe “King” Oliver, el mentor y maestro de Armstrong en sus inicios en Nueva Orleans. Para el año 1928, el revolucionario estilo y el virtuosismo con la trompeta de Armstrong habían superado ya a su maestro y lo habían convertido en una sensación internacional.
El pianista es Earl Hines y de la sección vocal se encarga el propio Armstrong en una de las primeras muestras grabadas del scat, ese estilo de cantar imitando el sonido de los instrumentos que posteriormente popularizaría el propio Louis.
“Sometimes the record would make me so sad, I’d cry up a storm” solía decir Billie Holiday refiriéndose a esta grabación. “Other times the same damn record would make me so happy.” (A veces esta grabación me entristece tanto que lloraría a mares, otras veces la misma maldita música me hace enormemente feliz).
Si os interesa esta historia, la cuenta Wynton Marsalis en el tercer capítulo del documental de Ken Burns sobre la historia del jazz, y podéis ver el corte en el vídeo a continuación, con preciosas imágenes de la época. Que lo disfrutéis.
Rodrigo Cortés es uno de los cineastas más interesantes de la actualidad. La acogida de su última película, “Luces Rojas”, protagonizada por Cillian Murphy, Sigourney Weaver y Robert de Niro, ha sido desigual, como en el fondo ocurre con todas las obras de un autor valiente, que no duda en asumir riesgos en cada uno de sus trabajos.
No he visto sus primeros cortometrajes (se dedica a esto del cine desde los 16 años) pero el titulado “15 días”, que podéis encontrar en Youtube, es una obra increíble, de una imaginación y factura originalísimas y que merece la pena ver o revisar.
Hace un par de años sorprendió a todos con “Buried”, el auténtico reto de rodar una película entera dentro de una caja de madera, casi en tiempo real, y salir (muy) airoso de la lucha, pero unos años antes había arrojado la primera bomba con su primer largometraje, “Concursante”, una película que habla de economía y que presagia la llegada de una crisis que nadie vislumbraba aún y que nos llevaría al sitio donde nos encontramos.
Si no entendéis nada de la crisis, si las explicaciones de los políticos os parecen idioteces, si estáis desorientados en medio de la tormenta, si queréis saber, sin duda debéis dedicar siete minutos a ver el siguiente corte de “Concursante”.
Ante la mirada de nuestras hermanas y hermanos, juramos por nuestra conciencia permanecer íntegros y ser leales a todos aquellos que sufran y nos necesiten.
Juramos que nunca, bajo ningún pretexto, negaremos nuestra atención a aquella o aquel que lo necesite, y que nunca venderemos a un alto coste el saber del que somos depositarios.
Cuando seamos recibidos en el interior de las casas, nuestros ojos no juzgarán lo que vean, pero tampoco se desviarán de los padecimientos infligidos; nuestra lengua no traicionará los secretos que nos sean confiados, pero no permanecerá muda si hace falta a apoyar a las víctimas y llamar a la rebelión contra quienes las oprimen. Nunca utilizaremos nuestros conocimientos o nuestra experiencia como médicos para manipular, explotar, maltratar, experimentar o ejercer la menor presión sobre nadie en beneficio de quien quiera que sea. Y nunca dejaremos a quien quiera que sea actuar así, con el pretexto de la atención médica, sin alzarnos contra él. Incluso, y sobre todo, si se trata de un médico.
Sintiendo el debido respeto y agradecimiento hacia nuestros maestros -tanto los que padecen como los que los atienden-, juramos transmitir a todos aquellos que nos lo pidan la instrucción que nos ha sido confiada y la experiencia que hayamos adquirido.
Ojalá seamos siempre dignos de prestar nuestros cuidados y de merecer la confianza de aquellos que los reciben. Ojalá podamos ofrecer a la vida y a los seres humanos tanto como ellos nos dan.
Y que nos arranquen los ojos, la lengua y el corazón si traicionamos este juramento.
Cuando era mucho más joven vivía en un piso compartido con otros estudiantes en el barrio de la Argañosa de Oviedo. Estudiaba mucho, seguramente demasiado, y salía poco. Un martes por la noche, mientras fregaba los platos, sintonicé por azar una emisora de radio local y escuché una voz desgarrada que se había grabado 60 años atrás. La voz de Billie Holiday. A partir de ese martes, todos los martes volví a escuchar El Club del Algodón, un programa de jazz clásico que se emitía en Radio Sele y que me hizo amar el jazz. Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald, Duke Ellington, Count Basie y muchos otros se convirtieron en compañeros de viaje. El lema del programa era “El club del algodón. Para los negros de corazón.”
Me he acordado de todo esto viendo este excepcional cortometraje, que constituyó el trabajo de graduación de cuatro estudiantes de l’Ecole Supérieure des Métiers Artistiques de Montpellier. Harmony Bouchard, Andy Le Cocq, Joakim Riedinger y Raphael Cenzi contaron en Swing of Change la historia de una metamorfosis: la del corazón de un hombre.
Si tuviera que elegir mi rincón favorito de Internet elegiría sin duda el Vimeo Staff Picks. En esta página los trabajadores de Vimeo, la red social de vídeos, eligen aquellos que más les han gustado de los 16000 vídeos que se suben cada día. Muchos de los vídeos que muestran serán luego difundidos a través de blogs y redes sociales, así que se puede decir que los currantes de Vimeo son los grandes cazatalentos de la Red.
Como es Domingo y no apetece mucha ciencia os traemos hoy algunos de nuestros vídeos favoritos de los Vimeo Staff Picks:
Evelyn Evelyn
Nuestra cabecera la ocupa el vídeo musical del bizarro grupo Evelyn Evelyn. Está compuesto por dos hermanas siamesas que hartas de vivir en el circo ambulante “Dillard & Fullerton’s Illusive Traveling Show” deciden lanzarse al mundo de la música. El video es el de la cuarta canción del disco: ¿Has visto a mi hermana Evelyn?, donde animaciones tradicionales sobre el vaho de las ventanas acompañan a una pegadiza melodía ragtime. El disco es una auténtica obra de arte, con gran variedad de estilos musicales desplegados a lo largo doce canciones. En ellas nos van contando la historia de las siamesas (que parece sacada de un musical de Tim Burton) adornada con pianos, acordeones y ukeleles. Podéis escucharlas todas en su página de Bandcamp, e incluso descargar la canción del vídeo de forma gratuita en su página personal. Por lo visto el grupo tuvo cierto éxito y Amanda Palmer y Jason Webley se pegaron un pedazo de Tour mundial el año pasado metidos en sus papeles de Evelyn y Evelyn.
Afghanistan
Este vídeo sólo lleva 5 días colgado y ya alcanza casi 100.000 reproducciones. El joven periodista-fotógrafo alemán Lukas Agustin pasó dos años en Afghanistan trabajando para la ONG Operation Mercy. Recogió su experiencia en una increíble colección de fotografías, que expondría después en galerías de todo el mundo. Lo que reflejan es una cara diferente del país en guerra que todos hemos visto en televisión desde el inicio de la operación Libertad Duradera. El caso es que este año pudo volver con su novia a Kabul y a Mazar-e Sharif (al Norte de los montes del Hinu Kush, casi en la frontera con Uzbekistán) y llevó a cuestas su arsenal fotográfico para grabar este increíble vídeo. La canción es de Lisa-Maria Puy, una compositora alemana, pero no la he encontrado por ningún sitio en Internet, así que no os puedo ofrecer más información. Muy recomendable ver con el HD activado y a pantalla completa.
Un año en New York
Andrew Clancy es un técnico de cámara y editor de vídeo que se trasladó hace un par de años desde su Irlanda natal a la Gran Manzana. Durante meses se dedicó a grabar escenas del día a día en Nueva York con su Canon 7D para terminar recogiéndolo todo en este pedazo de vídeo. La canción, del también irlandés James Vincent McMorrow podrás descargarla gratis de Amazon si estás en suelo americano, si no puedes escucharla en Spotify siguiendo este enlace.
Tintin
Seguro que este video lo habéis visto ya rondando por Internet y eso que no hace ni un mes que está disponible. Los que habéis devorado las aventuras del reportero creado por Hergé reconoceréis numerosas referencias a todos los libros de Tintin. Esta obra de arte del diseñador James Curran está concebida como homenaje a los libros, pero a la vez está pensada como hipotética cabecera de la nueva película. No falta de nada: Tornasol, la Castafiore, el eclipse solar, el conejo de las pinzas de oro, la estrella misteriosa, las bolas de cristal, el yeti, el cetro de Ottokar…
Muchos los que difundieron el vídeo (en 26 días lleva casi medio millón de reproducciones) coincidían en lo mismo: Spielberg tenía que haberlo usado como apertura de su nueva versión de la aventuras del reportero belga. Pues bien, el amigo Steven vio el vídeo en Vimeo y lejos de denunciar al bueno de James lo invitó al estreno y le ofreció un puesto de trabajo. Así que si queréis trabajar para Steven ya podéis ir preparando vuestros cortos en Vimeo (ahora está preparando Jurassic park IV y una sobre Lincoln), suerte!.
¿Queréis más videos?
Esta es nuestra selección de este mes, pero podéis ver muchas más joyas en Vimeo Staff Picks.
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