4 cosas que debes evitar en tus presentaciones (Episodio 1)
Esta primera serie de cosas que debes evitar en tus charlas está centrada en la filosofÃa de las presentaciones y su preparación. La segunda entrega de este artÃculo se centra en aspectos más técnicos y será publicada muy pronto en Neurobsesion. Estas son nuestras recomendaciones:

No seas el Dr Frankesntein
Hay tres elementos que hacen única tu charla: el presentador, el mensaje y el público. Las posibles combinaciones de estos factores hacen de cada presentación algo diferente. No es la misma charla la que darÃas a un grupo de estudiantes que la que darÃas a un grupo de pacientes.
Es muy importante orientar tu presentación al público al que va dirigida. Tienes que interesarte por el conocimiento previo que tienen del tema, ver cuáles son sus objetivos, y qué aspectos les pueden interesar en particular.
Por esta razón no es muy recomendable hacer refritos de charlas previas. Por un lado creamos una especie de monstruo de Frankenstein hecho de retales, con una estructura poco clara. Por otro damos una imagen de desinterés en el público, hay que hacer que se sientan un poco especiales.
Es muy práctico usar diapositivas de presentaciones anteriores, pero siempre con un formato y un contenido que encaje dentro de la estructura de la nueva, y siempre sin abusar de este recurso.
No des la espalda
El máximo exponente de la “muerte por powerpoint” es presentar sentado de espaldas al público. Demuestra una concepción completamente errónea de lo que debe ser una charla o una sesión. Si lo que queremos es leer un documento en voz alta entonces es más eficaz darle a cada uno una copia del documento y que lo lea cuando le resulte más conveniente. Pero si queremos dar una charla uno de los principales valores es el contacto visual.
Las diapositivas son un apoyo que no puede sustituir nuestra presentación. Hay que presentar de cara al público y tener en cuenta que nuestras diapositivas son sólo un apoyo, no lo principal. Estamos acostumbrados a que los oradores paren su charla al cambiar de diapositiva, miren a la pantalla y luego nos expliquen diapositiva por diapositiva. Si mantienes el contacto visual con el público mientras expones tus argumentos, con las diapositivas pasando en un segundo plano conseguirás un efecto muy positivo, ya que será difÃcil distraer la atención de tu mensaje. Â
CuidadÃn con el puntero
Siguiendo la mentalidad anterior, un puntero láser es algo que habrÃa que usar con mucho cuidado (y no me refiero al riesgo de dejar a alguien ciego). Si quieres destacar algo de tu powerpoint diséñalo desde un principio de forma que sobresalga. Por ejemplo: alguien pone una tabla de un articulo escaneada y señala con su puntero la séptima fila que es la que nos interesa. Desde 5 metros el texto casi no se lee asà que ni siquiera te molestes. Cuando prepares la charla coge los datos de esa tabla y piensa en qué es lo que resulta interesante para tus oyentes. Una vez identifiques estos elementos piensa en cómo presentarlos de forma que lo importante destaque. La mejor forma de usar el puntero láser es hacer una presentación que no necesite de puntero.Â
Actualización: Se me habÃa olvidado comentar otro punto negativo del puntero, el temblor “presencial”. Es inevitable que estemos nerviosos al presentar, pero si además tenemos un puntero láser en las manos es muy probable que lo usemos más allá de lo necesario y estemos cada dos palabras apuntando como locos a las diapositivas. Esto ya distrae de por sà a la audiencia, pero si además movemos el puntero en sacudidas circulares podemos hipnotizarlos con facilidad. Estáis avisados.
No vayas sin un Plan B
No hay momento más angustioso que cuando empiezas tu charla y la presentación no carga. Si tu powerpoint sólo era un apoyo puede que seas capaz de salir a flote con dignidad. Si por el contrario tu powerpoint contiene todos los datos y tu charla depende por completo de estas diapositivas (porque eres un poco vaguete y no te las sabes) entonces más te vale preparar un plan B e incluso un plan C.
Cuenta con que uses el programa que uses tendrás que adaptarlo al ordenador y proyector donde vayas a presentar. Si no sabes qué sistema operativo, suite ofimática o resolución del proyector te vas a encontrar, entonces ponte en lo peor.
Si usas las últimas versiones de Office tendrás que usar el asistente de compatibilidad y guardar el archivo en formato powerpoint 97-2007, que será compatible con la mayorÃa de versiones de Office disponibles (asà que nada de guardar en .pptx si no sabes seguro que en el ordenador donde presentas lo va a poder abrir). Si eres de Mac y usas Keynote (enhorabuena por tu buen gusto) tienes dos opciones: o presentas con tu portátil Mac (tendrás que comprar los cables adaptadores), o exportas tu presentación a formato powerpoint. Esta opción no es infalible, asà que tendrás que comprobar cómo ha quedado abriéndola antes en powerpoint para no llevarte sorpresas. Como plan C yo siempre exporto todas las diapositivas a imágenes en formato .jpg, que muy mal tiene que darse la cosa para que no las pueda reproducir.Â
Y tampoco está de más llevar dos lápices de memoria o guardar todas tus presentaciones en el dropbox. Tienes que estar preparado para cualquier catástrofe.
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