Entradas en June de 2010

Rita

07/ 06/ 10
Rita

Tres compañeros

¿Qué ocurrió en aquel aula? ¿Qué pasó en aquellos años? ¿Casualidad improbable o rara conjunción de talentos dirigidos por una mano maestra? La mano era la de Giusseppe Levi, profesor de anatomía y experto en histología del sistema nervioso. El lugar, la ciudad italiana de Turín, vieja capital del Piamonte. ¿Y la casualidad? A principios de los años treinta del siglo XX coincidieron en las aulas de aquella universidad y bajo la tutela de aquel hombre tres personas extraordinarias: Rita Levi-Montalcini, Renato Dulbecco y Salvador Luria. Al cabo de unos cuantos años y muchos avatares provocados por una guerra y prejuicios raciales y políticos sin fin aquellas personas revolucionarían los campos de la medicina en los que respectivamente habían trabajado, recibiendo los tres el Premio Nobel de Medicina por sus investigaciones. Algún día deberíamos hablar de los tres, pero hoy dedicaremos el post a la más grande de todos, a la única que sigue con vida, con 101 años de extraordinaria existencia: a Rita

No os comais los huevos

Rita Levi-Montalcini nació en Turín en 1909 en el seno de una pudiente familia judía sefardita y fue la más joven de cuatro hermanos. En 1930 inició sus estudios de Medicina en la Universidad de Turín y, en 1936 consiguió un puesto de ayudante de su maestro, Giuseppe Levi (que, por otra parte era un notorio antifascista y un hombre con legendarios ataques de ira). Sin embargo su brillante carrera se vio interrumpida en 1938 por las leyes racistas contra los judíos que acababa de promulgar Mussolini.

Durante la segunda guerra mundial, y en medio de las condiciones más adversas, montó un laboratorio en su propia casa y comenzó a estudiar el crecimiento de las fibras nerviosas de embriones de pollo. Para ello debió aprender las técnicas de tinción de plata que había inventado su compatriota Golgi y perfeccionado nuestro compatriota Ramón y Cajal. El resto del huevo solía terminar convertido en tortilla que alimentaba a la familia Levi (eran tiempos de escasez).

Un largo viaje

Terminada la guerra, en 1946, Rita (que ya había publicado algunos de sus trabajos de los tiempos de guerra) aceptó una invitación para pasar seis meses en la Universidad Washington de Saint Louis, y allí permaneció treinta años, desarrollando la parte central de su trabajo, aislando por primera vez el Factor de Crecimiento Nervioso y abriendo así un nuevo campo en la investigación biológica, lo que le valió el Premio Nobel de Medicina en 1986.

Pero Rita echaba de menos Italia y, a partir de 1962, comenzó a simultanear su tiempo entre Roma, donde montó un equipo de investigación, y Saint Louis. Finalmente se estableció en Italia e impulsó con todas sus fuerzas la ciencia de su país.

Ciencia y vida

De ideas progresistas, en el año 2001 fue nombrada Senadora Vitalicia y mostró su apoyo en numerosas ocasiones al gobierno de Romano Prodi, el cual a su vez accedió a aumentar las subvenciones gubernamentales a la ciencia. Las tornas cambiaron cuando Berlusconi se hizo con el poder y la financiación de la ciencia italiana se vio mermada poniendo en peligro la continuidad de numerosas investigaciones.

Hace un par de meses Rita se cayó en su casa y se rompió una cadera, pero hasta ese momento mantenía una rica actividad. Por las mañanas acudía al European Brain Research Institute (que actualmente pasa por serias dificultades financieras), y por la tarde a las oficinas de una fundación educativa para las mujeres de África que ella misma creó en 1992 y que ha posibilitado el acceso a la cultura a miles de personas.

Rita ha escrito un montón de libros divulgativos, pero seguramente el mejor, el más inspirador, es Elogio de la imperfección, su fundamental autobiografía. Muy recomendable. En ella dice algo que podría servir de guía para quienes pretenden iniciar una carrera como investigadores:

Si miro de manera retrospectiva mi larga trayectoria, la de mis coetáneos y colegas, así como la de los jóvenes novicios que se han ido uniendo a nosotros, creo poder afirmar que los factores esenciales que determinan, en la investigación científica, el éxito y la satisfacción personal, no son el grado de inteligencia ni la capacidad para llevar a cabo con exactitud la tarea emprendida. Ambos dependen, en su mayor parte, de una entrega total a la tarea y de la capacidad de cerrar los ojos ante la dificultad: de este modo podemos afrontar problemas que otros, más críticos y más ingeniosos que nosotros, no podrían.

Para terminar os dejamos una entrevista que le hicieron en Televisión Española hace un montón de años para un programa que se llamaba Utopía. Que la disfrutéis.

Entrevista a Rita Levi-Montalcini en ’Utopía’

Los Ángeles desierto

04/ 06/ 10

Este video de Ross Ching fue inspirado por la serie de fotografías titulada “Empty LA” del fotógrapho Matt Logue. Harto de pelearse todos los días con el tráfico en las carreteras de su ciudad, Ross trató de imaginarse cómo serían las calles de Los Ángeles si un día todos los coches desapareciesen. Usando algún truco fotográfico muestra en este vídeo las avenidas de la gran urbe californiana completamente vacías de transeúntes y vehículos, como si de una película postapocalíptica se tratara. La calidad del vídeo no es tan buena como la de algunos anteriores que hemos puesto, pero a cambio Mr Ching ha tenido el buen gusto de escoger una banda sonora insuperable: “No Surprises” de Radiohead.
A continuación os ponemos algunas fotos de la colección de Matt Logue. Si os gusta la canción corred a vuestra tienda de discos más cercana y comprad OK Computer, posiblemente el mejor disco de los años 90.

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Microsesión: Clasificación de crisis epilépticas

03/ 06/ 10

Aunque no es tan “micro” como otras, hemos intentado resumir lo más posible la nueva propuesta de clasificación de las crisis epilépticas y las epilepsias propuesta por la ILAE en la revista Epilepsia. Como siempre, si tenéis cualquier comentario o sugerencia no dudéis en colgarlo.

Nuevas enfermedades: la neuroferritinopatía

01/ 06/ 10

Neuroferritinopatía

En el número de agosto de 2001 de la revista Nature Genetics se describía una nueva enfermedad, desconocida hasta entonces: la neuroferritinopatía, que se perfilaba como una enfermedad hereditaria por sobrecarga de hierro. De herencia autosómico dominante, la enfermedad suele iniciarse entre la segunda y la quinta década de la vida y cursa con movimientos anormales (corea, distonía, bradicinesia, rigidez) y disartria. También puede sumar signos cerebelosos y temblor postural. A diferencia de la enfermedad de Huntington, el deterioro cognitivo se limita a una disfunción subcortical del lóbulo frontal.

Conviene incluir la neuroferrinopatía en el diagnóstico diferencial de otras enfermedades neurológicas que cursan con signos clínicos similares. Así, la ataxia cerebelosa autosómica dominante (SCA-2, SCA3) y la DRPLA incluyen asimismo ataxia cerebelosa, temblor postural, corea, parkinsonismo y demencia. La neurodegeneración por díficit de pantotenato quinasa (la enfermedad antiguamente conocida como Hallervorden-Spatz) también cursa con acúmulo de hierro y se caracteriza por ataxia cerebelosa, distonía, parkinsonismo y demencia. La aceruloplasminemia, otra enfermedad neurodegenerativa con acúmulo de hierro, es una enfermedad recesiva rara, responsable de trastornos del movimiento, ataxia cerebelosa y demencia.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico de la neuroferritinopatía es difícil, pues sus síntomas de presentación pueden ser muy heterogéneos. La ferritina sérica no parece un buen predictor, y se han reportado niveles de ferritina normales o bajos en algunos pacientes. Sin embargo, dado que el hierro tiende a depositarse en diversos tejidos, como el hígado, riñones, músculos y piel, la enfermedad puede diagnosticarse por biopsia de la piel o de los músculos.

En la RM se evidencian depósitos de hierro y, en casos avanzados, degeneración quística de los ganglios basales. FTL es el único gen actualmente asociado con neuroferritinopatía, y se detecta mutado en el 80% de los pacientes.

No quitemos hierro al asunto

El hierro es esencial para multitud de funciones en el SNC, incluyendo la síntesis del DNA, la expresión génica, la mielinización, la neurotransmisión y el transporte electrónico mitocondrial, y tanto su acumulación como su depleción intracelular pueden obstaculizar la función normal y conducir a la muerte celular. El hierro tiende a acumularse en determinadas regiones con la edad, en enfermedades neurodegenerativas adquiridas como el Parkinson y el Alzheimer, y en enfermedades genéticas como la que nos ocupa.

Tras su absorción intestinal el hierro se liga a la transferrina y se distribuye por la circulación general. La barrera hematoencefálica supone un buen aislamiento para el SNC, y explica por qué en enfermedades sistémicas como la hemocromatosis no se produce acúmulo cerebral de hierro. El hierro es captado por las células endoteliales cerebrales que expresan un receptor de transferrina en su membrana, interiorizándolo en endosomas donde el hierro férrico se reduce a su forma ferrosa y se libera hacia el fluido intersticial. Los pies de los astrocitos expresan ceruloplasmina, la cual transforma nuevamente el hierro ferroso a férrico, el cual se liga de nuevo a transferrina. La transferrina se convierte así en la principal fuente de hierro para las neuronas. En el citosol la proteína de almacenaje ferritina secuestra el hierro libre, reduciendo sus niveles (su exceso predispone al estrés oxidativo y la citotoxicidad).

Neurology

El hierro se acumula en el cerebro en función de la edad, sobre todo en la microglía y los astrocitos, pero también en los oligodendrocitos. Las áreas cerebrales más abundantes en hierro son el globus pallidus, substantia nigra, putamen, núcleo caudado, núcleo dentado y corteza frontal. En la actualidad están en investigación varios quelantes del hierro para el tratamiento de las enfermedades asociadas a trastornos de su homeostasis.

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